Parade

Domingo, vispera de la independencia. Desde temprano por la mañana la algarabia de multitudes afuera en la calle se desborda.

El asunto del desfilar para celebrar la independencia en Guatemala siempre genera discusion y despierta sentimientos encontrados entre adultos por el significado oscuro de la epoca de la guerra y sus consecuencias en la sociedad, la misma que ahora ve desfilar a los chiquillos: unos uniformados y ataviados de instrumentos, otros de azul-blanco haciendo comparsa a la banda marcial que toca sinfonias otrora de guerra. Hoy son cumbia y baile.

No hace mucho un presidente tomó la decisión que no se desfilaria y por lo tanto la fecha de independencia pasó a un segundo plano a nivel nacional (porque en Guatemala no hay dia de independencia sin desfile). Algunos vieron aliviado el gasto en uniformes para la fecha, otros lanzaron el grito al cielo y rasgaron sus vestiduras porque semejante decisión era un vejamen a la historia cívico-militar en la que se ha cimentado este país.

No obstante, el jolgorio que observan mis ojos: musica, gente, blanco-azul. Todos en una mezcla de seudo fervor patrio. Parece que nadie entiende lo que sucede aunque no le da la mas mínima importancia.

Yo tambien acepto la invitación y me pierdo entre la multitud.